Parliament and Bus
Demonstration in Trafalgar Square
London, April 1971
Dear Alejandrina and family,
Patricia’s mum writes that you haven’t received my letters. And what is worst is that in the last one I sent a 100 dollar Traveller Cheque. If it got lost we are in the shit! I hope by now everything is fine. Don’t tell the post office you expected money because it’s forbidden to send money with a letter and they’ll keep it for sure. If this letter with the receipt for that special delivery is lost we’ll see what we do when we get back to Milan.
Well, my lady, in case you don’t know, I am going through a very good period, doing very well at work and enjoy drawing good stuff. I am learning a lot, I am liking this city very much and the flat we rented is very sweet. Patricia is very happy with it, there is a nice kitchen where she cooks in five minutes.
A few days ago I bought myself a pair of shoes and learned that in London most shoes are Italian and much more expensive than they are in Italy. Like a fool I waited to get to London to buy cheaper shoes!
We are having wonderful weather, it is the middle of Spring, the streets are full of people strolling about dressed in the most colourful and diverse fashions. The most common style is that of the “hot pants”, girls dressed in very short shorts. They also wear dresses like in the 40s, in the style of Rita Hayworth, with long, wavy hair and very red lipstick. They make up their eyes in vivid violet or purple and wear platform shoes or stripy sandals with cork platforms. Well, are you happy with my account of London fashion? The other night I dreamt of you all, Teresa, Alicia and you, Alejandrina.
With an Indian fabric they sell around here Patricia made herself a couple of beautiful dresses, very fashionable, she’ll buy you a length to make yourself something.
Patricia is complaining because I’ve just given a good bite to her sandwich. How mean!
Travelling on the English double decker buses is unforgettable, you sit up there comfortably smoking a cigarette (it’s allowed) and viewing the city from the heights.
Patricia asks me to tell you that she is cooking me delicious things and it is true. Today, for instance, she produced a heavenly chicken casserole and to follow a fantastic rice pudding. A saint, my wife.
Patricia and I are thinking of making a phone call to Buenos Aires. To make it a bit cheaper we’ll “kill two mothers with one stone”: we’ll set a date, on a Saturday or Sunday. It would be easier if you could go to Patricia’s mum’s house because she lives in the capital district. Patricia will write to her mother in advance with the date of the phone call, with plenty of time to avoid problems, OK?
I wonder what are you waiting for to send us a photograph of our niece. (Alicia, darling, I am a beast, I have owed you a letter for such a long time! I promise to write immediately, I’m sorry, I’m sorry, I’m sorry!) You should know that we love you, your children and husband; we’ll bring you all back something nice.
OK, Ale, what is going on that you don’t write? I am anxiously waiting for a letter. We’ll bring you something nice too. Write soon. Love to grandma, Delia, Antonio, Antonia, Virginio and all the cousins. Kisses,
Oscar
Londres, abril 1971
Queridos Alejandrina y familia:
Me enteré por la madre de Patricia que no has recibido cartas mías y para mayor desgracia en una de ellas iba un “traveller cheque” por 100 dólares. Si se perdió estamos cagados. Aunque confío en que ya se haya solucionado todo. Ni se te ocurra decir en el correo que esperabas carta con guita pues como está prohibido mandar dinero por carta, se la morfan ellos y andá a cantarle a Gardel. Bue, si esa carta no llega con el valecito del certificado vamos a ver qué podemos hacer cuando volvamos a Milano.
Bueno, señora mía, por si Ud. no lo sabe, le diré que estoy en una etapa fenómena. Laburo bien y hago cosas muy bonitas. Estoy aprendiendo como un loco, la ciudad sigue gustándome mucho y tenemos un apartamentito de lo más coquetón. Patricia está contentísima con su casita, tiene una cocina que cocina en cinco minutos y todo.
Días pasados tuve que comprarme zapatos y me vengo a enterar que en Londres los zapatos son italianos y cuestan mucho más de lo que cuestan en Italia. Y yo como un gil esperé llegar a Londres para comprar timbos más baratos.
Tenemos unos días hermosísimos, estamos en plena primavera. La calle es una multitud de personas que sale a pasear vestida con los colores y las modas más diversas. Lo que más se ven son las chicas de pantaloncitos y el estilo de vestir es el de la moda de los 40. Melenas enruladas y labios pintados de rojo intenso. El maquillaje de los ojos es violeta o morado. Los zapatos o sandalias son con tiritas y plataformas de corcho. Bueno, ¿están satisfechas con mis informaciones de la moda londinense? La otra noche soñé con Uds, con Teresa, Alicia y vos, Alejandrina.
Patricia, con una tela hindú que venden por aquí se hizo un par de vestidos lindísimos y muy modernos, te va a comprar un corte a vos, Teresa, y te lo va a llevar para que te hagas vos también algo. Ahora Patricia protesta porque acabo de darle un bello mordiscón a su sandwich de queso ¡egoísta!
Algo inolvidable es viajar en los omnibus ingleses de dos pisos. Uno se sienta arriba y bien cómodo, fumando un cigarrillo, va viendo la ciudad desde las alturas.
Patricia me dice que les diga que me hace cosas ricas de comer, y es verdad. Hoy, sin ir más lejos, se mandó un pollo a la cacerola que estaba pa’chuparse los dedos. Pa completar el festín un regio arroz con leche. Santa mujer, la mía.
Estamos pensando con Patricia hacer una llamada telefónica a Bs As. Para ahorrar unos mangos mataremos “dos madresde un tiro”. Vamos a elegir una fecha, un sábado o un domingo. Vos te podés ir a la casa de la madre de Patricia (es más fácil pues vive en la capital federal). Patricia escribirá a su madre diciendo cuándo llamaremos y ella te avisará. Lo haremos con tiempo así no hay desencuentros ni problemas. ¿Entendido?
Yo pregunto un poco qué esperan pa’ mandarnos una fotografía de nuestra sobrina.
(Alicia de mi vida, soy un podrido, te debo una carta desde hace muchísimo, te juro que voy a escribir volando. ¡Perdón, perdón, perdón! Andá sabiendo que te amamos, a tus hijos y marido ídem, también les compraremos algo bonito.
Bueno, Ale, qué corno pasa que no escribís? Yo espero ansioso una carta, a vos también te llevaremos alguna cosita. Escribí enseguida. Saludos a abuelita, Delia, Antonio, Antonia, Virginio y los primos. Besos, de
Oscar
0 Comments:
Post a Comment
<< Home